Somos un Movimiento de jóvenes cristianos que queremos vivir el Evangelio como las primeras comunidades cristianas.
Ser Movimiento es un modo de asociarse, de ejercitarse en un estilo de vida que hace posible vivir según el Evangelio y actuar e implicarnos en la realidad con unos rasgos propios.
Tenemos nuestras raíces en una comunidad de creyentes: la Institución Teresiana. El carisma que Pedro Poveda quiso para esta comunidad de creyentes determina un estilo:
Eminente humanos y totalmente referidos a Dios.
Singulares en lo interior y sin nada especial en lo exterior.
Exigentes, austeros para sí mismos y tolerantes para los demás.
Sensibles, críticos ante los problemas del mundo y comprometidos con los que están cerca.
Fuertes, audaces para el compromiso y no violentos, alegres, por la fe en Jesús.
Dialogantes, pacientes y firmes en el respeto a la dignidad de la persona y grupo.
La Institución Teresiana, como grupo cristiano que se compromete en la evangelización, ofrece a los jóvenes un horizonte de sentido, un modo de seguir a Jesús en el que crecer y comprometerse, configurado por una espiritualidad:
- Centrada en Jesús: Fundamentada en la espiritualidad de Encarnación en la que son inseparables la fidelidad al Evangelio y el compromiso con cada persona y cada pueblo. Con una preocupación prioritaria por los empobrecidos.
- Al estilo de los primeros cristianos: Enviados como laicos a ser sal y luz en la realidad cotidiana, construyendo y apoyándose en una comunidad de creyentes que celebran la fe, comparten los bienes y reconocen en María de Nazaret un referente de mujer creyente.
- Comprometida en la promoción humana y transformación social: En un diálogo de fe – culturas para abrir caminos de justicia y solidaridad. Con la oración, el estudio y el trabajo como medios insustituibles.